¿Cómo saber mi destino?
Una de las cosas que me gusta hacer de vez en cuando es mirar las películas infantiles. Son tan sencillas que me permiten darme cuenta de nuevas cosas, de la información que absorbemos como seres humanos cuando somos pequeñitos, de las líneas discursivas que hacen un parteaguas en nuestra vida.
Crecí con Bambi, la Cenicienta y la Bella Durmiente pero ya siendo mayor hay varias películas infantiles que me han dejado la cabeza rebotando con sus mensajes. De pequeña pensaba si yo tendría un destino como el de las princesas, no imaginaba cómo eso podría ocurrir.
Si miro hacia dentro de mis creencias, creo que de las películas de princesas aprendí a esperar... ellas esperan a que las rescaten y para mí durante un tiempo fue un poco igual... esperaba que alguien llegara y transformara mi vida, que algo ocurriera para que yo dejará de sufrir, que alguien interviniera para que ya no tuviera incertidumbre, que alguien me hablara cuando llegaba a un espacio nuevo, que alguien mirara mi talento y me llevara a trabajar con él, que alguien pudiera darse cuenta de mi buen corazón y me hiciera una oferta del trabajo ideal... Por supuesto, en la vida real nadie llega a tocar a tu casa para ofrecerte el trabajo de tus sueños, así que esos escenarios nunca ocurrieron.
Entonces ¿cómo podía saber mi destino? Confiaba en que Dios me llevaría por buen camino, pero ¿cómo carajos sería eso? ¿Sólo tenía que decir ok, lo recibo y ya?
Una de mis películas infantiles favoritas de los últimos tiempos es Kung Fu Panda.
Me identifiqué tanto al verla... Cada mañana para mí era un ritual similar, soñar, inventar conversaciones, escenarios inexistentes, fantasear con que los masters de masters se dieran cuenta de mi talento y entonces decidieran tenerme a su lado como un tesoro... (lease de nuevo con tono heróico, jajaja).
Y pensar en eso me lleva a una de las frases favoritas... "Estás preocupado por lo que fue y lo que va a ser. El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un obsequio, por eso se llama presente" Pum! what! y eso lo dice una tortuga, Dios!
Es curioso que dentro de los miles de escenarios que me planteaba había los buenos y los malos, pensaba en qué iba a decir si me rechazaban o me daba una mala noticia... But... "Sólo hay noticias, no son buenas o malas".
En algún punto de la vida me di cuenta de que mi mente creaba esos escenarios, sí, antes de ese punto era algo automático para mí, me era transparente, no me daba cuenta... era sólo como dormir y amanecer con la misma ropa y no reparar en ello. Y para ello también había una frase en esa película "Tu mente es como el agua, cuando está agitada se vuelve difícil ver. Pero si dejas que se calme, la respuesta se vuelve clara"
No me pregunten por qué pero tengo esa manía de anotar las frases que me tocan el corazón. A veces les encuentro sentido inmediato con mi vida, a veces las vuelvo a encontrar en mis libretas de notas años después y entonces sí que cobran sentido, porque a veces sabemos qué es lo que tenemos que hacer en una situación pero lo evitamos y "Uno suele hallar su destino en el sendero que toma para evitarlo", así que no hay manera de escapar.
Y de pronto cuando sabemos que nuestro destino lo podemos crear nosotros comenzamos a querer controlar para que sea de la manera que queremos y que los otros también sean como nosotros decimos que deben ser... pero... "Él no cumplirá con su misión, ni tú con la tuya hasta que olvides la ilusión del control. Mira el árbol, no puedo hacer que florezca cuando me place, ni hacer que dé frutos antes de temporada. Esa semilla se convertirá en un durazno, podrás desear un manzano, pero será un durazno".
El punto de todo esto está en que a veces la gente no confía en que nosotros podemos, a veces el entorno es hostil y aprendemos nosotros también a hacer eso con los demás, pero podemos aprender algo más de esta película y es que si piensas que alguien no puede hacer alguna tarea o proyecto, debes saber que "Puede si tú estás dispuesto a guiarlo, a nutrirlo, a creer en él".
Todo lo que requerimos saber para emprender nuestro vuelo, para lograr algo extraordinario está dentro de nosotros mismos. "Para preparar algo especial, solo hay que creer que es especial. No hay ingrediente secreto, ¡sólo eres tú!"
Así que si quieres saber cómo será tu destino, basta con que lo elijas y confíes en ti mism@, porque no hay ingrediente secreto que te ayude a crearlo, todo está en ti.