La búsqueda de la receta
Es curioso que cuando somos chiquitos vivimos experiencias distintas y pensamos distinto y vestimos distinto y nos gusta ser así, diferentes.
Pero al paso de los años y conforme vamos creciendo ya no queremos ser distintos, queremos ser iguales a los otros, queremos pertenecer y así, para pertenecer, empezamos a pensar igual que otros, "sentir" igual que otros, reaccionar igual que otros y a veces vestir igual que otros.
Pero al paso de los años y conforme vamos creciendo ya no queremos ser distintos, queremos ser iguales a los otros, queremos pertenecer y así, para pertenecer, empezamos a pensar igual que otros, "sentir" igual que otros, reaccionar igual que otros y a veces vestir igual que otros.
Pero luego, al finalizar la montaña rusa de la adolescencia otra vez queremos ser distintos, queremos gritar y comernos al mundo y hacer la diferencia, y mostrar, con cómo nos vestimos, el quiénes somos.
Pero después, cuando terminamos la carrera y comenzamos a buscar oportunidades en el mundo laboral otra vez queremos ser igual que los otros, nos vestimos formales, nos peinamos de acuerdo a lo qeu el trabajo requiere, nos comportamos de la manera en la que deberíamos por el lugar en el que estamos...y de pronto olvidamos quiénes somos, queremos salir de ese trabajo, pero la seguridad social, el sueldo fijo, la comodidad dentro de lo incómodo que puede ser no nos permite dejarlo.
Pero después, cuando terminamos la carrera y comenzamos a buscar oportunidades en el mundo laboral otra vez queremos ser igual que los otros, nos vestimos formales, nos peinamos de acuerdo a lo qeu el trabajo requiere, nos comportamos de la manera en la que deberíamos por el lugar en el que estamos...y de pronto olvidamos quiénes somos, queremos salir de ese trabajo, pero la seguridad social, el sueldo fijo, la comodidad dentro de lo incómodo que puede ser no nos permite dejarlo.
Y en ese momento comenzamos a buscar La Receta, como cuando ves que alguien bajó de peso y le dicen "pásame la receta" o cuando ven a alguien muy joven y le dicen "pásame la receta" o cuando ven que una chica tiene un muy buen novio y le dicen "pásame la receta" o cuando ves que tu amigo llegó super marcado , tiene los músculos a reventar y le dices "pásame la receta, wey" o cuando ves que está ligando al por mayor en una fiesta y le dices "wey, no mames, pasame la receta".
Es lo mismo que si comienzas a mirar facebook y te aparecen "10 cosas que debes hacer para que tu relación de pareja sea eterna" o "5 cosas para lograr que tu chica tenga orgasmos increíbles" o las "10 cosas que hacen las personas felices" o "las 5 cosas que debes hacer si tu novio te deja". Y funcionan tan bien esos artículos que al final comienzas a pensar "pff... sólo hago 2 de las cosas que dice para ser una persona feliz, osea que no soy feliz".
Buscamos siempre la receta, lo que al otro le funcionó, pensando que si la tenemos y la seguimos al pie de la letra o que si hacemos todo lo que dicen esos artículos, vamos a tener los mismos resultados.
Buscamos la receta secreta con toda la intención de volvernos igual al que nos la está dando, al menos en el aspecto de la receta o de tener exactamente eso que nos dice que se puede lograr.
Pensamos que vivir la vida tiene una receta secreta y de pronto la vida tira de un jalón la alfombra sobre la que estamos, nos quedamos en la nada y gritamos "¡¡¡¡¡alguien páseme la receta!!!!!", como cuando en la escuela pedías que te pasaran las respuestas del examen.
Buscamos la receta secreta con toda la intención de volvernos igual al que nos la está dando, al menos en el aspecto de la receta o de tener exactamente eso que nos dice que se puede lograr.
Pensamos que vivir la vida tiene una receta secreta y de pronto la vida tira de un jalón la alfombra sobre la que estamos, nos quedamos en la nada y gritamos "¡¡¡¡¡alguien páseme la receta!!!!!", como cuando en la escuela pedías que te pasaran las respuestas del examen.
Y entonces te das cuenta de lo que dice el rollo del dragón y la receta secreta de los tallarines con caldo de pollo del papá de Po en Kung Fu Panda (si no la haz visto, te la sugiero ampliamente): No hay una receta secreta... ¡WTF!
¡No! así como lo oyes, no hay una receta secreta, no hay un único camino, no hay una manera correcta de hacer las cosas, no hay una regla que resuelva la vida, no hay camino (dice la canción) se hace camino al andar. Pero llegar a entender ese punto pasa por un proceso de maduración, de quiebres, de experiencias dolorosas, alegres, de miedo, ansiedad, incertidumbre, amor y plenitud al mismo tiempo, un proceso de vivir esas experiencias, de madurarlas e interpretarlas.
Y cuando pasa ese proceso, ese reinventarte, comienzas a darte cuenta de lo importante que es la experiencia personal, el reconocer tu individualidad, tu integralidad, el mirar que eres como una caja de combinación única, que aquello que quieres resolver no hay nadie más que pueda hacerlo.
Viene la parte difícil porque después comienzas a explorar en ti y tenemos tantas capas puestas que si en lo externo buscamos recetas, en lo interno buscamos aún más. Comienzas a ir a terapia o a coaching o a cualquier terapia alternativa y buscas la receta aún... pero entonces qué debo hacer, cómo debo hacerlo, qué debo decirle... nos gusta que nos digan qué hacer cual si de una receta se tratara.
Hay una "mala" noticia en ello y una muy buena noticia también... Nadie puede decirte qué hacer exactamente para desarrollar tu yo interno, para fortalecer tu consciencia, para calmar tu espíritu... es un trabajo que inicia por algún punto, por algo que te atrae y que encaja con tu cuerpo, con tu vida, con tus pensamientos. Pero después tú requieres encontrar los caminos, probar todo lo que existe, trabajar contigo con lo que sientes, lo que piensas, lo que dices, lo que haces, lo que amas. Las posibilidades son infinitas.
Y dentro de todo eso habemos quienes trabajamos de manera individual, one to one, como los artesanos que van haciendo con sus manos cada prenda, una por una, que le dedican su mente, su corazón, su imaginación, su esfuerzo, una por una.
Así que si estás en ese punto, en el que ya no buscas la receta sino tu propia receta, tu propio camino, acércate a un artesano del alma, búscalo, los habemos con miles de terapias o sesiones, yo doy coaching enfocado en el manejo de emociones, hay quienes dan cuencos tibetanos, tantra, interpretación de sueños, reiki, tetahealing, hay también psicoterapeutas, hay miles de libros en el mercado, hay tantas opciones como quieras encontrarlas. Al final lo que buscas, también te está buscando y cuando lo encuentres probablemente tengas una sensación de retornar a casa o como cuando ibas al doctor, pero esta vez te dará gusto, será distinto, porque será una experiencia única, hecha para ti y no por el doctor, por el universo.
Adelante. Inicia tu camino y que tengas un buen viaje.
PD. Esto no es una prescripción médica, ni una receta, jaja, es sólo la manera en la que yo he aprendido.
PD 2. Publicidad no pagada. Revelaciones es un programa de acompañamiento personalizado de contención diaria y sesiones de coaching uno a uno cada semana con un objetivo establecido por ti. Si te interesa, el próximo capítulo inicia el 15 de abril. Si lees esto después, pregúntame cuándo vuelvo a iniciar capítulo :)
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