#DíadelaSaludMental
Día 283. A veces creemos que estamos sanos, que estamos bien. Siempre que alguien nos pregunta cómo estamos, solemos decir eso. Creemos que a pesar de sentirnos abrumados constantemente o tener pensamientos obsesivos, estamos bien porque eso es natural. Creemos que a pesar de insultarnos a nosotros mismos por cometer errores o engancharnos con algo que ocurrió por la mañana y estropeó todo nuestro día, estamos bien porque somos humanos. Creemos que reaccionar con enojo, cegados por un impetú interior que nos lleva a defendernos, es algo normal porque nadie tiene el "derecho de humillarnos". Creemos que siempre hay alguien que nos quiere chingar por envidia o porque no tienen otra cosa que hacer en sus vidas, eso, nos decimos, es normal porque somos muy buenos en lo que hacemos. Creemos que el dolor es tan fuerte que debemos sentirlo también físicamente, ya sea lastimándonos o enfermándonos, y creemos que eso es normal porque de alguna manera "nos lo merecemos".
Todo eso puede ser normal porque un gran porcentaje de la población y de nuestra sociedad lo vive así, es la manera en la que aprendimos a ser para pertenecer socialmente, pero dista de ser algo sano para nosotros como seres humanos. Salud es poder mirar y aceptar los acontecimientos de tu vida como el regalo que son, un regalo que te impulsa a crecer. Salud es poder mirar los pensamientos que se presentan en tu mente, las emociones que la rodean y poder cuestionarte hacia adentro por qué te hace sentir así, crear consciencia. Salud es amarnos aún cuando nos equivocamos y hablarnos compasivamente por reconocer que estamos en el proceso más importante de nuestra vida, el ser humanos. Salud es vivir cada experiencia en el momento que ocurre, aprender de ella y dejarla ir, agradecidos y sin guardar rencor en tu corazón. Salud es sentir tu enojo, permitirle que sea en tu cuerpo, pero no reaccionar por ello, mirar nuevamente hacia adentro, ver qué se gatilla en ti, por qué, desde cuándo, cómo eso ha roto tus relaciones anteriormente y una vez hecho esto tomar una nueva decisión, atreverte a reaccionar distinto, a mirar las cosas desde otra perspectiva. Salud es mirar a quienes quieren dañarte o imitarte y comprender que su proceso de vida es distinto, compartirles de tu luz para que sepan lo que es amarse e ir por tus sueños. Salud es amar, respetar, conocer y cuidar tu cuerpo, escucharlo cada vez que habla a través de la enfermedad y saber que tienes la capacidad de sanar si identificas de dónde viene tu enfermedad física, que casi siempre tiene que ver con una enfermedad emocional.
Llegar a la salud mental tiene muchos caminos, hay psicólogos, psiquiatras, talleres de desarrollo humano, entrenamientos transformacionales, coaching, meditaciones, yoga, temazcal, hay incluso personas que están abiertas a simplemente escucharte como los sacerdotes, los maestros, los peluqueros, hasta los taxistas. Como sea que tú lo elijas, inicia tu camino a la salud mental por la forma en la que te sientas más pleno y poco a poco ve avanzando hacia otras. Sabrás que has llegado a la salud mental porque el mundo deja de ser una cueva oscura llena de dificultades y comienzas a experimentar la plenitud, el amor, la entrega y debo advertirte, no significa que la tristeza, el enojo, la frustración y todas esas emociones se irán, ellas son también parte de ti, pero en salud sabrás cómo vivirlas y transformarlas en algo que construya un mundo pleno para ti y para todos.
A ti que me lees te digo no estás sólo, habemos muchos al servicio de la humanidad y una vez que inicias este camino por la salud mental, emocional, espiritual y física debes saber que es un proceso constante, el mundo color rosa no existe, está lleno de tonalidades y requieres siempre mantenerte activo para poder apreciar toda la gama de colores que aparecen frente a ti. Somos seres humanos en construcción de manera permanente. ¡Inicia el viaje de volar hacia tu interior! ¡Yo te acompaño!
#DíadelaSaludMental
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