Cuando un ciclo se cierra uno nuevo se abre

Día 273. Pasé los primeros 27 años de mi vida pensando que decir "te amo" era sólo una expresión entre parejas. Bastaron 4 días con gente desconocida escuchándola y exponiéndome, sacando todo lo que estaba guardado en mi caja de pandora, para permitirme sentir amor por todas las personas a las que conocía y me tomó otros 4 años permitirme amar todo lo que me rodea, lo que desconozco, lo que ocurre en mi vida, lo que pienso, lo que hago, lo que otros piensan, sienten, dicen y hacen... amar incondicionalmente. 

Cuando era pequeñita mi madre me contaba una y otra vez cómo fue cuando yo nací, me decía que ella desde que supo que yo venía en camino me amaba ilimitadamente y que cuando salí de su pancita sintió tanto amor, que ella piensa que yo vine a este mundo con una misión especial. 

Siempre que me lo contaba algo dentro de mí revoloteaba, me palpitaba el corazón, era como si la niña dentro de mí estuviera escondida pero brincando con todas sus fuerzas para que la escuchara. 
Hoy sé que sí, yo vine a este mundo con una misión especial, apoyar a todo ser humano a mirar su profundidad, a dejar de ver la vida desde la superficie y permitirse mirar en el inconsciente, en lo desconocido, admirar aquello que otros no se atreven a ver. Mucho tiempo sufrí y aparenté ser quien no era, creía que tenía amigos cuando en realidad no me permitía ni siquiera mirarlos a los ojos, me sentía inadecuada, fuera de lugar... lo estaba. Mi lugar, mi espacio, siempre ha sido la profundidad. Si estas listo para ir a tu profundidad, yo te acompaño y prometo amarte incondicionalmente, no importa lo que encontremos. 

La vida es aquello que construimos con nuestros sueños, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras aciones... ir a tu profundidad es ir en busca del tesoro más grande que te puedas imaginar, es ir a crear la vida que siempre has soñado y que mereces tener. 


Comentarios